miércoles, 7 de noviembre de 2012

Mejor no mañana


Qué discazo, suena muy bien, a guardar para mañana, a descansar para escucharla mañana, a agregar las etiquetas y hacer la lista de la fiesta de mañana, o de diciembre o de nochevieja, los invitados de renombre l@s favorit@s que han hecho las delicias todo el año, que estén mañana en la fiesta de mañana en el gran evento, aunque sea sin invitados sin interesados, sin interés, sin ponche, buffet o a quién servir mañana. Yo ya no quiero gastar en marketing, publicidad, cafe amargo concentrado. Ya no quiero masticar o andar con el cuaderno, el notario, el ejecutivo que vamos a hacer para que la nota perdure sea un clásico como Beatles, Mantovani o Paquito. A ver que tal es hacer por fin el ejercicio de dejar mi puesto ejecutivo y quitarme la corbata, la camisa que me corta y usa todo el mundo, porque todo el mundo piensa en diciembre, se aguanta la ganas en noviembre de reir, para entregar su trabajo en dicimebre sin ver la hora de que sea nochevieja para beber todo del barril."Es que en diciembre no se hace dieta", por fin esa "vieja" tan buena que no me da la hora en la fábrica o en la oficina me la voy a levantar, la sacaré a bailar, balar no se qué, las sobras de la fiesta del "pisanlov", de año del tamarindo, ahora bailamos, o hacemos que bailamos "los éxitos de ayer con el sonido de hoy". Todos barrigones con la nariz hinchada madrugando para la oficina o al pueblecito de tierra caliente y pasó el mundo y ya están esperando al niño Jesús el siguiente diciembre. Yo me angustié por mañana, guardé las cajas de escocés, los discos de la colegiala, la rubia, las historiertas, esperé con devoción al Verbo, y llegó el día y ya no tengo ganas, quiero hacer otra cosa, y ya no es ta emocionante como antes, y está pasado de moda, y me siento defraudado, me robaron el dinero. Me da envidia el payo, el bohemio de la colonia con su guitarra, su "duende", sin piso, sin coche o sin mañana, siempre sin mañana, divinamente puesto aquí y ahora, disfrutado de las pastas, de la cosecha de la huerta, todo fresco, recién hecho, como el chocolate y su colación, consumirlo brevemente, sin esperar a guardar o que se pase. La canción del mundo, el Fox, el Blues, el Beso, los Panchos, todos también son como las pastas, las verduras, recién salidos, frescos, listos para servir, hacer circular, hacer una fiesta aquí y ahora sin diciembre, sin aguantarse. Yo he guardado demasiado, ya no se qué más meter en el escaparate, igual, es mucho para mañana. Mejor no mañana, sin mañana, no hay mañana, mejor ya que se enfría.

lunes, 5 de noviembre de 2012

La Canción del Mundo


Caminando por la City, la selva virgen, escondida entre los restos, no me puedo esperar, con mi cuaderno, mi brújula, mis colores, mis implementos, medidas perfectas, sin impurezas, según la lista de chequeo, es tonta, chistosa, corrida, glamorosa, emocionante, tierna, pegajosa. "Louder", como el Fox, el Blues, bajos profundos, "Big Band brasses", no se despeina, provoca bailar, todos los de la banda son unos genios, es "Cream", el Barsa de Guardiola, Brindisi, Bochini, Alonso, "Maradó", juntos en los 70 desconsiéndola. Es perfecta, exquisita, me la quiero beber, o fumar, hasta lo último. Ya no se me antoja el tres leches, el café de Indonesia, el Campari, el Hennessy con la tarjeta de titanio, porque esto es mas rico. ¿Por qué no escribe este tipo de la editorial? ¿Por qué no lee mi ensayo, mi poema que lo escribí con tanto amor? Esta rola tiene fuerza, este tipo de la Capital, de Puente Alsina, pensó en todo, halló la forma de que retumbe, se escuche como en el valle o en el Monumental, como en un gran musical con todos sus juguetes, como el show a que soñó Quincy, Barry, Tommy, Zucchero, con las mejores coristas, el cotillón, como me soñé en un Jumbo, ancho, comfortable, poderoso. Hoy es el dia, como lo fue para esa canción de Bogotá, Nueva Orleans, Londres, París, Torino, paseando por mi cuarto con todas sus banderas, y después nos vamos a pasear al casco viejo chapotear en los pozos reflejando las luces, pensando en la chica, la niña en su tocador con su nuevo guardarropa para el grado, su pañuelo, y yo provocado de convidarla, crear degradés, contrastes, celeste con fucsia crema, rosa palo, caramelo con blanco algodón. Yo se que están en la cúpula el director de la Big Band, Kaempfert, Conniff, Clapton, "Lucchiano". Mañana me va a gustar algo de latin hustle, alguna balada olvidada que yo escuché recién nacido con mis papás, o el himno del rock que me dará la fuerza para tomarme el palacio en nombre de la naturaleza. Pero por ahora es la canción definitiva, "ultimate", me va a dar un pesar, yo quiero que sea por siempre.