miércoles, 29 de diciembre de 2010
Tiene que ser esa
Pero al menos, para mí, esa, esas, mis cucuruchos, mis chocolates, tienen detalles, contemplativos, estimulantes, una florecita, un atardecer, una brisa, fiusha, oliva, tibia, íntima. Pero por qué tiene que escuchar, o bailar la misma, y otra no. Aferrarse, bueno, yo me aferro también, pero al menos yo me aferro a los detalles, aquellos detalles, hago una fiesta, una comparsa, se visten las calles de Nápoles, Naja, de mi barrio, doy la vuelta, con lo que llama la atención, lo que puede fijarse, todo cubierto de flores, las especies, una margarita, una azucena, una rosa, uan heliconia, la que no se da hasta muchas generaciones. Pero no se por qué la gente se aferra, a qué se aferra, para pasar un buen rato, hubiera algo diferente a las demas, al menos, yo me fijo en cosas diferentes, nuevas, cortando el aire, haciendo ondas, caminos, jardines, de espiral, nadie más, no lo he encontrado, no sé dónde más. Pero, los demás, en qué se fijan, qué hay distinto, o qué hacer recordar, o sentir. Pues, yo, tengo la teoría de la cultura, de radio y televisión, inculcar a escuchar cierta música, ciertas piezas, rígidas esas son, no hay más, lo demás es ordinario, raro, o "no está de moda, o "no sé qué. Represión, "castración", de la gracia de contemplar, fijarse. Bueno, aquí, mis colegas, mis gentes, escuchan, perciben cosas, pero para después, hacer un trabajo para el colegio, rellenar unas hojas, unos silos, ir a la papelería, mandar hacer un "Velobinder", bien bonito, porque hay que dar una primera buena impresión. Hasta en la Expedición Botánica se podía pintar, quedarse hasta tarde, jugando con las hojas, los pétalos, de las especies nuevas, ser niños, cantar la canciones de las especies. Hoy el mundo no canta, o baila, sino razona, discute, es adulta, con los juegos de los niños. Y este viernes, el día para ese mundo, esperado, después de vegetar toda la semana, el día de salir, estar vivo, ser persona, se pide, mastica, come, la misma canción, porque "hay que poner éxitos", y al día siguiente hay que dormir hasta tarde, descansar del guayabo, e ir a trabajar, hacer los deberes, conseguir para los servicios, para el viernes siguiente. El mundo dice, tiene que ser esa, hay que escuchar los villancicos de Internet, los que escuchamos en la casa, en la oficina, el centro comercial, no sé qué es la "Marimorena", o los "Zagales". ¿Por qué te gusta la misma? ¿O qué te hace acordar? Yo, la misma, no es la misma, es única, una tentación, se bebe, con la punta de la lengua, los dedos, es cincuentera, de "Cine de Barrio", "Shojo" clásico, me recuerda el Cali viejo, la lulada, el colegio, estar vivo, abrazar.
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