(La imaginación es el lápiz con que el niño pinta sus mejores aventuras)
El cofre, los escritos, la revelación última, todo es más claro, cielo, "azzurro", celeste, celestial, mis colores, los colores de Chapinero, Emaús, Chambourcy, los sábados después del colegio, las onces, los juegos en el parque. "Beto", está loco de contento también, esta noche estrena, después de las onces, se va con sus amigos, al Tren, a la caravana, con todo mundo, a recibir a quien esperaba, su favorita, escuchándola, sin parar, en la gramola, en "frecuencia modulada". Buscándola toda la semana, de loco, con su grupo, en la plaza, el foro, haciendo ruido en el salón, "no podemos dar razón", "después"; y esta vez, paseando por la Zona, lo leyó, en el tiramillas, el "Extra"; está aquí, nos vamos todos, el centro de Buenos Aires, el día de la final, en la 5a. Avenida Nochevieja, está lleno de gente, todo celeste, los colores dela Capital, la bandera de Argentina, de Uruguay de Napoli, ahí viene el Tren, gente por fuera, cantos, "El que no salta no la escuchó", "Y dale alegría a mi corazón", "Baila la marcha con cotillón", una sola voz, empujando el mundo, fiesta, faroles, "hojas de papel volando", Cinzano, Martini, los éxitos de la marcha, los nuevos, "Pachanga En Changa", "Baila Caporal", aguante por siempre, la favorita, mi favorita, ojos negros, nickers, está aquí, "encontramos al Libertador", de regreso, en su Capital, a gozar, "a brillar", nos vamos al Obelisco, la Cibeles, el Palacio, un improvisado, un tributo, los clásicos, el sonido del fuego, el "Broadway", como el "Tea 4 Two", un bombón, y detrás viene la música de casa, de las onces; este tipo por fin despertó, yo sabía, entre más tiempo, más ruido, no podía estar cerrado por siempre, podemos salir, a jugar, marchar como antes, todo vuelve a ser como siempre.